¡QUE NO OS SEPAREN! - La responsabilidad de ser padres
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Los derechos del niñ@ y la responsabilidad de ser padres. Exigir el cumplimiento de las leyes.

Informarse de qué rutinas habituales en la atención al parto pueden ser perjudiciales para nuestr@s hij@s y exigir que se eviten es un acto de responsabilidad. Es posible que encuentren la resistencia de los servicios de neonatología de los hospitales, o la de algunos profesionales, la de su propia familia y la sociedad. Eso no cambiará el hecho de que lo mejor es que pidáis que no os separen.

"Los padres son los más fieles seguidores del Método Canguro; ellos son quienes lograrán los cambios necesarios en las unidades de neonatología actuales. Escribiendo este libro he querido informarles correctamente para que puedan actuar así y seguir lo que dicte su corazón" Nathalie Charpak, El Bebé Canguro

Los padres tenemos el derecho de exigir
lo mejor para nuestr@s hij@s.
La representación legal de los hij@s corresponde a los padres, como parte de la patria potestad.
Podemos reclamar para ellos el tipo de atención que consideremos más adecuada.

En el ámbito europeo podemos señalar la «Carta Europea de los Derechos de las Niñas y Niños Hospitalizados» aprobada por el Parlamento Europeo el 16 de junio de 1986, que recoge expresamente "el derecho del niño a estar acompañado de sus padres o de la persona que lo sustituya, el mayor tiempo posible durante su permanencia en el hospital no como espectadores pasivos, sino como elementos activos de la vida hospitalaria".

La Carta Europea de Derechos del Niño Hospitalizado establece asímismo que el niñ@ tiene derecho a no recibir tratamientos médicos inútiles y a no soportar sufrimientos físicos y morales que puedan evitarse. "El niño tiene derecho a ser tratado con tacto, educación y comprensión..." reiterando que hace falta que nos pongamos en la piel de ese ser vulnerable que es el bebé que acaba de llegar al mundo. Todo niño tiene "derecho a recibir [...] cuidados prodigados por un personal cualificado que conozca perfectamente las necesidades de cada grupo de edad, tanto en el plano físico como en el afectivo". Todo ello nos obliga a tomar conciencia de la necesidad de actualizar los protocolos de atención al bebé desde el mismo momento del parto. Hoy, esas necesidades se conocen bien y son fáciles de cubrir. Lo más importante es ¡Que no os separen!

En nuestro ordenamiento jurídico, las declaraciones internacionales tienen plena efectividad jurídica, ya que el artículo 39 de la Constitución Española afirma que "los niños gozarán de la protección prevista en los acuerdos internacionales que velan por sus derechos".

Existe un marco jurídico internacional que protege especialmente al niñ@ hospitalizado
en el que cabe destacar «La Convención Internacional sobre los Derechos del Niño»,
aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989,
así como "La Declaración de los Derechos de los Niños" aprobada en 1959

Aunque bastaría con decir a los asistentes en el momento del parto "no quiero que nos separen", es recomendable hacerlo por escrito con antelación. Podemos enviar una carta al servicio de atención al usuario del hospital comunicándoles qué prácticas deseamos que les apliquen y cuáles no, pidiendo que lo transmitan a los servicios de Ginecología, Pediatría y Neonatología. Este documento es la expresión del derecho de todo usuario "a decidir libremente, después de recibir la información adecuada, entre las opciones clínicas disponibles." (Art. 2 de la Ley Básica Reguladora de la Autonomía del Paciente y Derechos y Deberes en Materia de Información y Documentación Clínica). Además, el artículo 2l de la misma ley especifica que "[...] el hecho de no aceptar el tratamiento prescrito no dará lugar al alta forzosa cuando existan tratamientos alternativos."

Es habitual presentar un plan de parto o consentimiento informado y enviarlo al Departamento de Ginecología. Dado que la matrona o el ginecólogo atenderán al bebé en sus primeros instantes se les puede hacer llegar también el consentimiento informado referente al trato del bebé. Ese consentimiento informado se hace llegar también al departamento de Neonatología. Este es un ejemplo de consentimiento informado.

Desde algunas Comunidades Autónomas se plantean ya algunas mejoras legales a la no separación. Es una labor conjunta conseguir una nueva mentalidad y unas bases sólidas para el cambio.

Extracto del artículo Derechos de los padres y niños hospitalizados
Francisca Fernández, Licenciada en Derecho


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